miércoles, 18 de noviembre de 2015

Introducción

                     


                    ¿Qué es un Nativo Digital y un inmigrante Digital?

Inmigrante Digital, Nativo Digital, son algunos de los conceptos que fueron naciendo mientras el uso de Internet seguía creciendo. ¿Quién es un Nativo Digital y un Inmigrante Digital? Para responder esta pregunta simplemente deberíamos preguntarnos,¿A quién le resulta más fácil usar las nuevas tecnologías? ¿A los padres o a los hijos?

Se denomina Nativos Digitales a los niños y adolescentes que han nacido del año 1990 en adelante y poseen una configuración psicocognitiva diferente que les permite asimilar con mayor rapidez el uso de las nuevas tecnologías como Internet, dispositivos móviles, nuevas consolas de videojuegos, etc.
Los Inmigrantes Digitales son aquellos que han tenido que adaptarse a estas herramientas, encontrándose con grandes dificultades.
¿En esta nueva era es importante tener en cuenta las necesidades actuales e intereses de estos nativos digitales?,¿y para poder contribuir en un aprendizaje significativo los docentes “inmigrantes digitales” deben capacitarse e indagar acerca de estas nuevas formas de enseñanza y adaptar contenidos con nuevos métodos y herramientas para lograr un interés de los alumnos en las clases?.

¿Cuáles serían, a grandes rasgos, las diferencias entre Nativos Digitales e Inmigrantes Digitales?

• Quieren recibir la información de forma ágil e inmediata.
• Se sienten atraídos por multitareas y procesos paralelos.
• Prefieren los gráficos a los textos.
• Se inclinan por los accesos al azar (desde hipertextos).
• Funcionan mejor y rinden más cuando trabajan en Red.
• Tienen la conciencia de que van progresando, lo cual les reporta satisfacción y recompensa inmediatas.
• Prefieren instruirse de forma lúdica a embarcarse en el rigor del trabajo tradicional.

 Por el contrario, los Inmigrantes Digitales no parecen valorar suficientemente las habilidades que los Nativos Digitales han adquirido y perfeccionado año tras año a través de interacción y práctica, y prefieren moverse dentro de lo que les es conocido en virtud de su forma de aprender -que es también la forma en que los enseñaron a ellos-.

 En consecuencia, se decantan por instruir lenta y seriamente, paso a paso, dentro de un orden. Del mismo modo, rechazan que los estudiantes puedan trabajar y aprender mientras ven la televisión o escuchan música, porque a ese precepto restrictivo se habituaron ellos desde siempre. Los Inmigrantes Digitales no justifican que el proceso de enseñanza y aprendizaje pueda y deba ser ameno y divertido, a pesar de que muchos se beneficiaron de ello, deleitándose y formándose con “Barrio Sésamo”, la inolvidable serie televisiva. Desafortunadamente para nuestros profesores –Inmigrantes Digitales-, los alumnos que llenan sus aulas crecieron “a la velocidad de la contracción nerviosa” de los juegos y de MTV (canal temático de música). Utilizan instantáneamente el hipertexto, descargan música, telefonean desde dispositivos de bolsillo, consultan la biblioteca instalada en sus ordenadores portátiles, intercambian mensajes y chatean de forma inmediata. Es decir, trabajan en Red siempre. De ahí que a los estudiantes actuales les impacienten y cansen las conferencias, así como la lógica del aprender “paso a paso” y la instrucción que está cimentada en “pruebas de valoración”. Los Inmigrantes Digitales, por el contrario, piensan que los métodos por los que ellos aprendieron no están obsoletos, sino que los que empiezan su formación rechazan el esfuerzo y la seriedad, como también les ocurrió a ellos cuando se iniciaban. Habituarse a los métodos tradicionales, pues, sólo sería cuestión de tiempo y voluntad, más que de intentar hablar la misma “lengua” tecnológica. ¿Quiere esto decir que los Nativos Digitales no prestan atención y, además, optan por la rebeldía? Pues bien, ellos responden a la doble pregunta alegando que el proceso de formación no les atrae, no les motiva, no despierta su interés, ya que todo es valorado a tenor de la experiencia. ¡Y se les recrimina por no atender…! A sus ojos no deja de ser una paradoja. Veamos un nuevo testimonio muy expresivo y categórico: “Fui a una prestigiosa universidad donde todo el profesorado viene del MIT (Massachusetts Institute of Technology), y se limitaban a leer sus libros de texto… me fui” –se queja un ex estudiante, que sin duda conocía por experiencia, de un circuito de Internet que ofrecía un sinfín de posibilidades para simplificar la investigación, sobre todo en áreas complejas en las que el centro educativo no brinda excesiva ayuda. Además, la voluntad férrea de los profesores de instruir a los Nativos según su preceptiva difi culta mucho más el proceso, con lo cual los estudiantes adscritos al sistema acaban por claudicar y someterse a las maneras tradicionales, aunque nunca convencidos de sus bondades. Llegados a esta coyuntura se imponen nuevas cuestiones: ¿Qué debe hacerse? ¿Tendría que cambiarse algo? ¿Acaso tiene sentido decir que ambos, tanto Nativos como Inmigrantes, deben aprender juntos de nuevo, una vez que los primeros se han visto obligados a asumir las fórmulas didácticas de la vieja escuela en contra de sus tendencias naturales…?

Desafortunadamente, los Inmigrantes Digitales suelen inquietarse y desconfiar de la profusión de novedades tecnológicas en el proceso de aprendizaje y, así, sometidos a su autoridad, los Nativos se ven obligados a ceder, y a retroceder. Por otro lado, puede ser imposible que se produzca esa interacción Nativo/Inmigrante si sus cerebros son diferentes. Además, los niños forzados a aprender una cultura desde una lengua nueva –la de los Inmigrantes- se resisten a rechazar lo propio y a aceptar lo impuesto. A pesar de ello, hay Inmigrantes Digitales que admiten y reconocen su prevención y sus limitaciones sobre el universo de la tecnología, pero su ética no les permite aprender de sus alumnos para integrarse en ella; sin embargo, también hay quienes no se muestran tan humildes –o flexibles- y, ante el alud tecnológico, responden haciendo apología del pasado y renegando de las novedades. En cualquier caso, se impone una reconsideración urgente de métodos y contenidos. No basta con el deseo de olvidarse de educar a los Nativos Digitales a la espera de que se formen por sí mismos. Es preciso analizar críticamente tanto nuestra metodología como los propios contenidos.



metodo y contenido

 1. Metodología

Los profesores del Siglo XXI han de aprender a comunicarse con sus estudiantes a través de una lengua y de un estilo común. Ello no significa cambiar el significado de lo importante, de lo trascendente, ni tampoco implica fijar otras habilidades distintas. Muy al contrario, significa, por ejemplo, abandonar el “paso a paso” por el “ir más rápido”; implica profundizar más, pero siempre en paralelo, implica acceder desde y bajo el azar, etc., pero olvidándose de la eterna y desazonadora pregunta, reveladora de inconscientes prejuicios: “¿Cómo se enseña lógica de esa manera, con tales procedimientos?”

 2. Contenidos= Contemplamos dos tipos de contenidos:los llamados de “herencia” y los llamados de “futuro” . En el contenido de herencia se incluye la lectura, escritura, matemáticas, pensamiento lógico…, enfocados desde la modernidad. Si pensamos en algunos temas, como la geometría euclidiana, por ejemplo, no tienen por qué tratarse con la misma amplitud y profundidad de antes. Por esa tendencia a simplificar, el latín y el griego acabaron por relegarse. En el contenido de futuro se incluye lo digital y lo tecnológico: software, hardware, robótica, nano-tecnología, genomas, etc., sin olvidar la ética, política, sociología, idiomas, etc. Sin duda ninguna, el contenido de futuro es extremadamente interesante para quienes estudian hoy, pero ¿cuántos Inmigrantes Digitales están preparados para enseñarlo?


             
¿Piensan diferentes los nativos e inmigrantes digitales?

En la actualidad, nuestros hijos están siendo socializados de una manera muy diferente a la nuestra, sus padres. Las cifras resultan abrumadoras: más de 10.000 h invertidas en videojuegos; más de 200.000 mensajes de correo electrónico gestionados –tanto recibidos como enviados instantáneamente-; más de 10.000 h empleadas hablando por el teléfono móvil; más de 20.000 h viendo televisión –de las cuales, un alto porcentaje se aplica a las MTV de alta velocidad-; más de 500.000 anuncios publicitarios vistos y, quizás, a lo sumo, 15.000 horas destinadas a la lectura de libros.1 Así son los estudiantes de hoy. Los datos numéricos anteriores constituyen la realidad tecnológica en la que se mueven, antes de acabar sus estudios universitarios. En “Nativos Digitales, Inmigrantes Digitales” abordamos, en primer lugar, cómo las diferencias entre los alumnos -Nativos Digitales- y sus profesores –Inmigrantes Digitales- son la causa de muchos de los problemas que afectan a la educación en nuestros días. En segundo lugar, consideramos también la alta probabilidad de que el cerebro de los Nativos sea fisiológicamente distinto del de los Inmigrantes, como consecuencia de los estímulos digitales que han recibido a lo largo de su crecimiento.
Y en tercer y último lugar, afirmamos que el aprendizaje a través de los juegos digitales es una fórmula didáctica tan novedosa como útil, pues hace posible interactuar y comunicarse positivamente con los Nativos gracias a la utilización de una lengua común que correspondería al “idioma nativo”.